miércoles, 24 de octubre de 2018

Ratona - Carlos Garcia


Pequeña ratona, has hecho
que mi memoria se estacione en el tiempo;
tus mejillas de nube se han vuelto incisas,
las olas se suceden adelante unas a otras,
y retraen sus minutos a la vez indecisas,
en un baile incesante e irracional.

Yo qué culpa tengo…
Solo te vi, llevaba discreto y desnudo el pecho
cuando me partió en dos el rayo invisible,
algo gritó en la escena hueca del silencio.
Se quebró mi siniestra tristeza tangible
y alzaste una torre de marfil y cristal.

Ratona pequeña, con derecho
lograste refugio en el pensamiento
¿Tú qué culpa tienes? ¿Mis ojos son libres?
Tus lunares cantaron la canción que siento,
rallado me dejas el corazón de jengibre
mezclado en la miel de la prisa de un beso.

Ratona mágica del secreto:
la fina y tímida hebra de un cuento
se ha estirado para ser historia incierta.
Quién sabe si mañana busquen la caricia
en sed concreta nuestras almas desiertas,
y tengas al final tu luna de queso.

Ratona, presa mía del bosque,
tu espíritu escapa libremente al monte,
atascado y alerta queda el deseo en las colinas.
Vigila los tiempos porque algún día
serás el manjar de mi pasión felina.
Así todavía lo anhelan nuestros cuerpos…

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